01 Mar Actividades de planificación y voluntariado en dehesas de Hornachuelos 2017
La Fundación Matrix ampliará con una fase de campo sus actividades en el Parque Natural Sierra de Hornachuelos (PNSH), situado en la Sierra Morena cordobesa, en el marco del Programa de Investigación Ecológica y Territorial 2017. El inicio formal de las actividades se realizará tan pronto se disponga de la preceptiva autorización de la Junta de Andalucía, solicitada en febrero. A finales de ese mes se realizó un fructífero encuentro entre el equipo técnico y voluntarios de la Fundación Matrix para conocer, planificar, explorar, reflexionar y ensayar métodos in situ en áreas públicas y alguna finca colaboradora del PNSH.
El lunes 20 de febrero de 2017, tras llegar al pueblo de Rivero de Posadas (provincia de Córdoba), el equipo técnico de la Fundación Matrix recibía a un grupo de voluntarios de la red VVSIG durante una nublada mañana. Este encuentro sirvió para el conocimiento mutuo dentro del grupo humano y tener una primera toma de contacto con la realidad del PNSH para la mayoría, un área natural sobre el que se ha trabajado intensamente con datos de teledetección y Sistemas de Información Geográfica (SIG) en 2016.
Un breve itinerario por los alrededores del Centro de Visitantes Huerta del Rey, puerta de entrada al PNSH en su sector sur, permitió familiarizarse con las diferencias de algunas especies arbóreas mediterráneas. Alcornoque, encina, quejigo, acebuche o madroño, son algunas especies arbóreas observadas, mezcladas en algunos enclaves con formas arborescentes de coscoja o del peculiar y variable sanguino (Rhamnus alaternus), cuyas hojas no son coriáceas en hábitats más húmedos. Distinguir determinadas especies arbóreas planoesclerófilas, objeto de un estudio de modelización sobre su distribución, fue el objetivo fundamental. Dos de los proyectos de investigación previstos prevén realizar muestreos sobre la distribución de especies arbóreas en el PNSH y explorar la influencia del paisaje en la movilidad de la fauna, mediante fototrampeo y observación de huellas y otros rastros de mesocarnívoros.
Javier Montalvo, Profesor de Ecología de la Universidad de Vigo y responsable de la Fundación Matrix, detalla que se desea estudiar este tipo de animales “porque las dehesas mediterráneas desempeñan una función muy importante, aunque no suficientemente conocida y valorada, para la conservación de varias especies de mesocarnívoros, como el gato montés, la garduña y el tejón, entre otras”. Considera que es conveniente abordar la conservación de la fauna desde una perspectiva del paisaje. Por otra parte, Carlos Martínez, responsable de modelización ecológica de la Fundación Matrix y coordinador en Andalucía, resalta que “es muy importante profundizar en el conocimiento ecológico y patrones de distribución espacial de las especies típicas de los bosques mediterráneos, especialmente a escala local”, ya que, añade, “aporta información muy interesante y aplicable a la gestión adaptativa de los espacios protegidos”. Estos estudios cobran vital importancia en un escenario de cambio climático patente, “frente al cual existen incertidumbres en la respuesta de las especies. Gracias a estos estudios, se podrá conocer mejor su repercusión sobre su distribución local, y, por ende, sobre la biodiversidad, los servicios ecosistémicos y la economía del PNSH, y así contribuir a su gestión”.
La mañana del martes día 21 amaneció despejada. El sol y unas altas temperaturas del invierno andaluz acompañaron a lo largo de todo el día. El colectivo se organizó en dos grupos para explorar el sector sur del PNSH en el entorno del pueblo que da nombre al parque. Los alrededores del Embalse de Hornachuelos, a lo largo de una pequeña ruta paralela a sus límites, invitó a uno de los grupos a contactar con un paisaje con vegetación mediterránea densa en laderas, con abundante presencia de acebuche y coscoja y, en menor abundancia, algarrobo. Por otra parte, otro grupo visitó una finca al oeste del pueblo de Hornachuelos, y fue testigo de los primeros rastros de mesocarnívoros en la zona, que conviven con ciervos y jabalíes, entre otra fauna. En la tarde ensayamos métodos de georreferenciación de árboles en vías públicas y en una dehesa. Encinas y alcornoques aparecieron como verdaderos símbolos arbóreos y elementos estructurales del paisaje. Tuvimos la suerte de contemplar las primeras manadas de ciervos en estas dehesas cordobesas.
“La actividad cinegética se ha convertido en una realidad que, más allá de las preferencias o criterios personales o científicos, representa actualmente una importante renta anual que ayuda a la conservación de las dehesas”, comenta Javier Montalvo. Hay pocas dudas de que contribuyen, junto con otros aprovechamientos a veces compatibles (pastos para el ganado, explotación del corcho), a generar ingresos relevantes para los propietarios privados de la mayoría de las fincas que “invierten y mantienen actividades tradicionales fundamentales para la conservación de este espacio natural protegido, incluso mediante modelos de gestión muy diferentes dentro del mismo parque”.
Paisaje cultural
Al día siguiente, las temperaturas superaron los 20ºC en las horas centrales del día. La tarde se fue nublando, siendo premonitoria de la meteorología que acompañaría al día siguiente. El equipo se adentró nuevamente en las dehesas del sector sur del PNSH para conocer la vegetación arbórea, observando la presencia de acebuches, madroños y quejigos en áreas adyacentes a arroyos y con fuerte pendiente. César Vicente, ingeniero en cartografía y Coordinador Técnico de Proyectos de la Fundación Matrix, señala: “nunca había conocido in situ un paisaje de dehesa. Su belleza paisajística ha sido increíble, es un excelente ejemplo de paisaje cultural muy diferente a lo que estoy acostumbrado en Galicia”, donde nació y reside. “Valoro enormemente”, añade, “el esfuerzo de gestión, aprovechamiento sostenible y, a la postre, cuidado de los propietarios de las fincas a lo largo de generaciones, para preservar estos ecosistemas en tan buen estado”. Esa noche el equipo, reunido en el alojamiento rural, compartió una sesión divulgativa y de debate sobre resultados de alguno de los proyectos llevados a cabo desde laboratorio en el PNSH. La Fundación Matrix ha mostrado su voluntad de presentar a los responsables de gestión del parque estos antecedentes que motivan proyectos futuros de estudio adicional de la distribución de las especies arbóreas y presencia e intensidad de uso de los mesocarnívoros.
La mañana del jueves despertó con un cielo encapotado y una lluvia de polvo que tiñó de marrón arcilloso las hojas de las plantas y otras superficies. Los impermeables se incorporaron la vestimenta de todo el equipo. Los alrededores de Hornachuelos se convirtieron en la zona de trabajo. César Vicente comenta que “el PNSH es muy extenso, unas 60.000 ha, y está constituido por numerosas fincas privadas, en muchos casos muy grandes. Abarcar este territorio requerirá visitar el parque en diferentes ocasiones”.
En esta primera fase se ha visitado, prospectado y realizado ensayos en el sector central y oriental del PNSH, que incluye áreas donde la Fundación Matrix ha podido realizar algunos trabajos de campo con anterioridad y en donde se mantiene una relación de cooperación con varias fincas.
En otros casos, ha sido necesario contactar con los administradores de las fincas para solicitar su colaboración y acceder a ciertas áreas con el fin de desarrollar actividades de investigación de interés recíproco. Por la tarde, el entorno del Embalse de Bembézar dieron paso a un cambio radical en el paisaje, con fuertes pendientes cubiertas por dehesa densa y monte bajo en su proximidad al agua. Ricardo Martínez, biólogo experto en SIG de la Fundación Matrix, resalta “la tranquilidad, la calma y la paz respirada en el parque me han motivado mucho más para realizar el trabajo científico”. Lourdes García, bióloga y voluntaria, destaca que “la actitud y las ganas de trabajar de todos los voluntarios y trabajadores con los que he realizado el trabajo de campo diariamente fue muy buena”.
El sol volvió a reinar a lo largo del día del viernes. Esto propició que el equipo se adentrase en el sector más oriental del PNSH caracterizado por sus amplias zonas de dehesa de encina y alcornoques. Ricardo Martínez afirma “que nunca había pisado un parque natural con estas características, tan solo lo había estudiado teóricamente y desde visores SIG“. Ricardo añade: “conocer este paisaje sobre el terreno me ha sorprendido y asombrado que esté tan bien cuidado. Son visibles numerosos indicadores de calidad ecológica. Me ha proporcionado una valiosa experiencia profesional aplicable al manejo de SIG y técnicas avanzadas de teledetección, así como al trabajo en campo, observando rastros de animales y diferencias espaciales asociadas a los tipos de vegetación de dehesa o bosque”.
Una dehesa viva, con presencia de ganado vacuno, acompañaba durante buena parte del camino público en dirección a Almodóvar del Río. Cerca del entorno del Embalse de la Breña, cambió radicalmente el paisaje, con predominio de vegetación arbustiva y acebuches en laderas de fuertes pendientes.
Experiencia compartida positiva
El sábado 25, el último día de actividades en el PNSH, congregó a los voluntarios y parte de los investigadores de la Fundación Matrix en el sector oriental y central a lo largo de todo el día. De igual modo, una parte del equipo continúo la misión de contactar con los administradores de las fincas del parque para exponer ideas y proyectos de futuro. Ricardo Martínez destaca “una muy buena integración entre los voluntarios y el equipo técnico de la Fundación, destacando la familiaridad existente después de una convivencia a lo largo de seis días y, además, una cooperación ejemplar y coordinación en las labores domésticas desarrolladas en el alojamiento”.
Paula Noceda, voluntaria ambientóloga, indica que lo que más le ha gustado ha sido “poder conocer el PNSH, disfrutar de la experiencia en el campo y con el equipo, y conocer nuevas personas que te enseñan diferentes puntos de vista profesionales. Ha sido una experiencia nueva que siempre tiene un gran lado positivo”. Javier Roldán, voluntario y estudiante de Ciencias Ambientales, añade a la impresión de Paula que “me ha gustado la experiencia por haber podido descubrir nuevos lugares, refrescar conocimientos sobre especies vegetales y haber adquirido un nuevo aprendizaje en materia de SIG y georreferenciación de puntos con GPS”. Rubén García, voluntario ambientólogo, comenta: “realmente disfruto al estar en el campo, recorrer todos sus rincones y fijarme en todos los detalles para posteriormente darle una utilidad científica. En este aspecto, la campaña ha completado mis expectativas y, si todo esto lo haces rodeado de un buen equipo, se hace todavía más fácil”.
“La campaña ha ido bien”, resume Carlos Martínez. Gracias al trabajo colaborativo llevado a cabo por todo el equipo de trabajo, el empeño de la Fundación Matrix en su deseo de profundizar en sus investigaciones ecológicas en el marco de un parque natural se han alcanzado los objetivos fundamentales programados. La Fundación Matrix agradece la excelente disposición de los propietarios de las fincas colaboradoras, que animan a proseguir en los próximos meses con el desarrollo de los proyectos de investigación.
Luis Martínez
Publicado a las 21:50h, 08 marzoMuy buen post. Me alegro que haya colaboración por parte de las fincas y la Fundación para descubrir más servicios productivos que orfrece el Parque Sierra Hornachuelos, y por supuesto, que los voluntarios se beneficien de las actividades llevadas a cabo allí por la Fundación Matrix.
Administrador
Publicado a las 14:35h, 09 marzoLuis, muchas gracias por su valoración.