21 Nov BOSQUES DEL PÁRAMO ANDINO DE ECUADOR
Rodal de Polylepis incana en el Parque Nacional Cajas.
Investigaciones ecológicas con la Universidad del Azuay
En las regiones tropicales de América del Sur, por encima del límite altitudinal del bosque montano, el frío determina un paisaje dominado por hierbas, el pajonal. Dentro de esta matriz se hallan unos singulares ecosistemas forestales que pueden llegar hasta 4.800 m sobre el nivel del mar: los bosques de quínua, dominados por árboles siempreverdes del género Polylepis. Los españoles denominaron ‘páramo’ a las partes más altas de la Cordillera de los Andes, cuyo clima frío e inhóspito les recordaba al de algunas partes de la meseta de Castilla. Quínua o quéñua son variantes de una palabra de origen quéchua, la lengua de los incas, que han sobrevivido en áreas del antiguo imperio del Tahuantinsuyo, que se extendía miles de kilómetros a lo largo de los Andes. Casi tanto como Polylepis, el tipo de planta arbórea que forma bosques a mayor altitud en el territorio andino, en el páramo, con unas 30 especies conocidas desde Venezuela a Chile. Todas son árboles o arbolillos, y no se deben confundir con la planta herbácea andina del mismo nombre cultivada por el valor alimentario de sus granos.
Picocono gigante. Fuente: J. Boyds (2008)
Rodales de Polylepis en el Parque Nacional Cajas. En rojo los usados en un estudio de aves.
Muchas especies de quínua forman rodales o bosques de pequeña extensión que son islas en el páramo andino de Ecuador. Islas de biodiversidad, con especies de plantas y animales que no se hallan en otras partes del páramo, a veces con poblaciones reducidas y en peligro de extinción, como el picocono gigante (Oreomanes fraseri), ave insectívora también conocida como pájaro de los queñuales, como llaman a los bosques de Polylepis en Perú.
Bosque de Polylepis incana.
En el Macizo del Cajas de los Andes ecuatorianos, los bosques de quínua cuya estructura física a menudo está definida por longevos árboles inclinados o retorcidos, probablemente son ecosistemas sobrevivientes de otros tiempos, relictos paleoclimáticos de la historia geológica altoandina.
En este territorio, donde existen al menos cuatro especies de Polylepis, la Fundación Matrix ha extendido en 2014 su Programa ‘Conservación y gestión sostenible de bosques autóctonos: prioridades ecosistémicas estratégicas y ante el cambio climático’, cofinanciado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de España. Desarrolla diversas actividades de investigación ecológica sobre los bosques de Polylepis en el Parque Nacional Cajas y su entorno en estrecha colaboración con la Escuela de Biología, Ecología y Gestión de la Universidad del Azuay (Cuenca, Ecuador).
Muestreo de investigadores de la Universidad del Azuay en un bosque de Polylepis reticulata.
A una escala de ecología del paisaje se exploran los patrones de distribución de los rodales, su heterogeneidad espacial interna, y los factores determinantes. A escala local, se examina la densidad de árboles y estructura ecosistémica, y su capacidad de almacenamiento de carbono según la especie de Polylepis dominante (P. reticulata o P. incana) y la presencia de otras especies arbóreas acompañantes. El fin de la investigación es contribuir a la conservación de los bosques de quínua en Ecuador, conociendo mejor los factores naturales y antropogénicos que determinan el origen y mantenimiento de estos ecosistemas y su biodiversidad local.
Dr. Javier Montalvo
Profesor de Ecología de la Universidad de Vigo y director de la Fundación Matrix
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