13 Jul Visitas guiadas y conservación de espacios protegidos

El uso público del Parque Nacional “debe garantizar el derecho al disfrute del espacio natural por parte de los ciudadanos”. José A. Fernández, Director-Conservador del Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia, considera que la visita debe basarse en el conocimiento de los valores naturales y culturales y ser compatible con su conservación, en el contexto de un “turismo sostenible y sensato”.

1jafbEn el curso-taller Guías en Espacios Naturales Protegidos, organizado por la Fundación MATRIX, el Director del Parque manifestó que un guía debe saber “conducir, asistir e informar”, además de ser responsable de cumplir la normativa. Otras funciones que desarrolla un guía en el Parque Nacional son: diseñar material divulgativo e itinerarios, planificar la señalización, elaborar programa educativos, memorias de uso público y participar en la formación.

Entre las obligaciones relacionadas con la conservación, un guía debe motivar una actitud de respeto y aprecio hacia la naturaleza, difundir los objetivos del sistema de Parques Nacionales y procurar una conducta adecuada de mínimo impacto ambiental, en particular no alimentar a la fauna.

Entre los valores menos conocidos del Parque, aunque su visita no es posible, Fernández mencionó las 54 cuevas marinas (furnas) recientemente catalogadas y los conocidos como ‘ríos de leche’, curiosos flujos de agua que aparecen en la isla de San Mariño, en Cíes.

Destacó los siguientes problemas de conservación existentes en el Parque: expansión de plantas exóticas que puede desplazar flora autóctona valiosa, el riesgo de degradación de dunas, el declive de la población cormorán moñudo y los daños en la fauna producidos por visones americanos invasores.

Conflicto uso público-conservación

Fernández aprovechó para recordar que el diario inglés ‘The Guardian’ calificó como la mejor playa del mundo la de Rodas, en Cíes, islas que según una encuesta de 2009 de Tele5 son el “Monumento Natural más valorado de España”. Cuestionó el interés de esto y su incidencia sobre los visitantes, destacando las deficiencias de calidad de los accesos actuales desde el muelle de Rodas.

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El Director-Conservador del Parque expuso un proyecto de instalación de una pasarela “para el acceso de los visitantes sobre la duna terciaria” del complejo Figueiras-Muxieiro. Sin embargo, según la diagnosis del documento de inicio para la evaluación ambiental del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG), esta duna es uno de los “valores más sobresalientes de las islas, ya que su estructura original y sus formaciones vegetales se encuentran en buen estado de conservación y poseen una serie de plantas de indudable valor como Corema album (camariña)”.

Por su impacto ambiental, en especial sobre la vegetación y el paisaje, la pasarela de este proyecto desvela un conflicto entre conservación y uso público que merece atención. Para Javier Montalvo, Profesor de Ecología de la Universidad de Vigo “el uso público del Parque no debe comprometer su conservación: no es más importante el turismo que la preservación de la integridad de las dunas, ambos deben ser compatibles”. Considera insostenible sacrificar los valores ecológicos del Parque para mejorar los accesos de los visitantes que, precisamente, acuden para conocerlos. Supondría una omisión de responsabilidades de conservación inadmisible, sin precedentes conocidos en la Red de Parques Nacionales de España. “La Administración del Parque no debe planificar la degradación del ecosistema dunar, ya que, además de ser contrario a la educación ambiental de los visitantes, hace difícil la función de los guías de ayudar a su conservación”. Tras el imprescindible análisis de alternativas, inherente a la evaluación de la sostenibilidad del PRUG, confía que se reconsidere adecuadamente esta actuación.

Capacidad de acogida de visitantes

Diego García, del Departamento de Ecología de la Universidad Autónoma de Madrid manifestó que existe una tendencia a aumentar la importancia social de las actividades recreativas en la naturaleza, con una demanda y oferta altas. El número de visitantes de museos y de algunos países en similar a que tiene algunos parques nacionales de España.

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El valor de capacidad de acogida de visitantes de un espacio natural protegido no es absoluto ni inherente al mismo, depende de las preferencias de los visitantes y de criterios de gestión. Incluye medidas de zonificación, y también técnicas que dependen del guía. “Un error común del guía consiste en tratar igual a todos los visitantes, sin tener en cuenta a priori su perfil. Trabajar con perfiles específicos es clave a la hora de prevenir los impactos particulares asociados a cada uno de ellos”. Un PRUG, un plan de uso público, un plan de dinamización turística, así como la participación pública y el uso de indicadores de seguimiento y control son herramientas esenciales para prevenir impactos ecológicos negativos.

Entre los impactos menos conocidos destacan aquéllos sobre el paisaje y su percepción. La distribución espacial y temporal de los visitantes y la organización de las visitas guiadas son relevantes, además de la propia fragilidad de los ecosistemas. Mencionó los impactos por el uso público inadecuado en el Parque Islas Atlánticas, que son de valor medio en el ‘Lago dos nenos’ y las dunas, y de valor bajo por proliferación de senderos secundarios. Estos efectos de los visitantes se detectaron en un estudio de los impactos en la Red de Parques Nacionales realizado por la Universidad Autónoma de Madrid en 2006.

Una regulación eficaz de la acampada, optimizar la localización de equipamientos, rediseñar rutas o senderos, la integración paisajística de infraestructuras, e intervenciones de restauración de la vegetación son algunas de las técnicas a usar para prevenir y solucionar los problemas derivados de los visitantes de espacios naturales protegidos (ENP).

En los ENP son necesarios los programas de interpretación y educación ambiental, subrayó Diego García, porque “aportan conocimientos proclives a un comportamiento responsable, y aumentan el valor de las actividades de turismo ya existentes”. Como ejemplo citó la “interpretación itinerante”, en la cual el guía desempeña una función insustituible para conectar con eficacia el medio con el visitante. El comportamiento del guía debe ser ejemplar para evitar impactos, ya que “los visitantes se fijan en todo”. Recordó otra función del guía: su papel es fundamental en la evaluación y seguimiento de impactos.

Véase también:
Educación ambiental: un arte para ser un buen guía
Ecoturismo,
atención al visitante e interpretación ecológica
Guías para conocer, conservar y disfrutar

Educación ambiental en un Parque Nacional

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