26 Jun ¿Dónde hay más longevidad poblacional y personas centenarias en España?

¿Dónde hay más longevidad poblacional y personas centenarias en España?

Se desconocen las causas, pero las diferencias geográficas de longevidad en España son muy patentes. Muy pocas personas logran alcanzar o superar los 100 años de edad, son las denominadas centenarias: representan menos del 0,04% de la población en España. Sin embargo, en nuestro país cada vez son más numerosas y crece su proporción en el conjunto de la población nacional. Es una faceta poco conocida del envejecimiento poblacional y del incremento de la esperanza de vida que merece toda nuestra atención. Durante la última década, cada año hay 750 personas centenarias más en España, siendo el 80% mujeres. La Fundación Matrix con la colaboración de la Universidad de Vigo presenta mediante mapas su distribución actual, total y por sexos, así como su peso relativo en alrededor de 700 poblaciones locales de diferentes municipios y agregados territoriales. Este estudio es fruto de los proyectos de investigación MAYORSIG y DEMOS. La proporción de personas longevas es sobresaliente en el noroeste peninsular, donde multiplica por cinco la media nacional y por 8-10 a numerosos territorios del sur y sureste. Sin duda, determinados territorios españoles son algunos de los lugares con mayor longevidad del mundo.

 

La duración máxima teórica de la vida humana es alrededor de 126 años según un modelo matemático aplicado a datos demográficos de la población femenina sueca. El Grupo de Investigación en Gerontología, que verifica las personas que han vivido más de 110 años (supercentenarias), y usa el Guinness World Records, brinda registros fiables. La persona más longeva de la historia confirmada documentalmente es Jeanne Calment, una mujer francesa, nacida en la Provenza que vivió 122 años y 118 días. El hombre más longevo es Jirōemon Kimura, nacido en la región central de la isla principal de Japón, que vivió 116 años y 54 días.

La cordobesa Ana Vela Rubio, nacida en Puente Genil, vivió en Andalucía y Cataluña 116 años y 47 días; en 2017, año de su fallecimiento, era la mujer más longeva nacida en España y Europa, y una de las personas que ha vivido más años en el mundo.

La longevidad individual extrema es excepcional. La duración de la vida de cualquier persona depende de factores genéticos y ambientales. En los países desarrollados, aproximadamente un 25% de la variación de la duración de la vida humana se atribuye a factores genéticos. En otras palabras: el ambiente físico y social, junto a las interacciones que modulan la expresión del ADN, son determinantes muy importantes de la longevidad individual.

Los gerontólogos saben que una dieta saludable, el ejercicio físico regular, evitar el estrés, las preocupaciones, la obesidad, el tabaco y otros hábitos nocivos, y mantener conexiones familiares y sociales favorables, son factores protectores que alargan la vida, contribuyendo a ralentizar el envejecimiento individual. Una actitud positiva y optimista reduce el estrés y el riesgo de enfermedades crónicas, e incluso mejora la inmunidad. Un estudio epidemiológico estima que este factor psicosocial, con independencia de otros factores, aumenta un 11-15% la duración de la vida en promedio, tanto en mujeres como en hombres, además de incrementar la probabilidad de vivir más de 85 años.

Las personas centenarias –aquellas que alcanzan y superan los 100 años–, que tienen el privilegio de vivir un tiempo excepcional, son sólo a una fracción muy pequeña de la población española, menos del 0,04%. Su longevidad no puede explicarse simplemente por la mejora de la protección de la salud, que en general afecta a toda la población.

¿Hay más personas centenarias ahora en España que hace décadas? ¿Vivir mucho tiempo sigue siendo algo excepcional? ¿Hay diferencias geográficas en la longevidad?, es decir, ¿existen lugares donde se vive más que en otros? A continuación se dan algunas respuestas sencillas a estas preguntas tan complejas como desconocidas, desde una perspectiva poblacional y demográfica.

 

 

Más personas centenarias

Cada vez se vive más tiempo en España. Tenemos una de las esperanzas de vida más altas del mundo y la población de personas mayores (con 65 años y más) y de personas de edad avanzada (80 años y más) crece de forma exponencial. La Fundación Matrix ha estimado que una persona de 65 años en España vive en promedio 81,2 años si es hombre y 85,3 años si es mujer, una duración de la vida que se ha incrementado 1,2 y 1,5 años por década en la población masculina y femenina, respectivamente. Por otra parte, la duración de la vida de las personas supercentenarias está aumentando en las últimas décadas en los países desarrollados. Por tanto, es de esperar el aumento de la población de personas centenarias en nuestro país.

El crecimiento de la población de personas centenarias en España ha sido muy notable en las últimas décadas y se debe fundamentalmente a la reducción de la tasa de mortalidad a edades avanzadas. Veamos qué ha sucedido en la última década (Figura 1).

Casi cuatro de cada cinco personas centenarias son mujeres, lo que refleja la menor mortalidad femenina, explicada en parte por diferencias biológicas con el hombre. La probabilidad de llegar a los 100 años es menor en hombres que en mujeres. Aun así, la proporción de hombres centenarios en la población de personas centenarias en España es un 30-80% superior a la de otros países desarrollados como Suiza, Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Canadá y Japón.

De unas 10.000 personas centenarias en 2011 se ha pasado a 17.308 en 2020 (un aumento del 68%), con una tasa de crecimiento exponencial del 5,5% anual, equivalente aproximadamente a 750 más cada año. Sin embargo, la población de centenarios crece al 5,8% al año (aproximadamente 150 más centenarios cada año), un crecimiento ligeramente más rápido que el de la población de centenarias, que crece al 5,4% anual (aproximadamente 580 centenarias más cada año).

 

Como consecuencia, crece la longevidad de la población española, expresada como la proporción de personas centenarias en la población total. Este indicador ha aumentado muy notablemente en la última década (Figura 2). Entre 2011 y 2020, cambia de 2,2 a 3,6 por cada 10.000 habitantes (un incremento de 0,2 más cada año).

La longevidad poblacional femenina es 3,5 veces superior a la masculina en 2020. Existen 5,6 centenarias por cada 10.000 mujeres y 1,6 centenarios por cada 10.000 hombres. En el periodo 2011-2020, la longevidad poblacional femenina ha aumentado un 65% y la masculina un 75%.

El aumento absoluto y relativo de la población centenaria en España contribuye a conocer otras consecuencias del envejecimiento poblacional en España. El número proyectado de personas centenarias en Europa en 2050 es casi medio millón (484.000), cinco veces más que en 2019.

 

Unidades territoriales de referencia

Dado que factores ambientales como las condiciones climáticas, los estilos de vida, la dieta y los diferentes tipos de relaciones sociales, entre otros, varían en el territorio nacional, cabe preguntarnos por las diferencias geográficas en la distribución de personas centenarias y la longevidad poblacional.

Para describir la distribución de personas centenarias en el territorio nacional, se han diferenciado 691 unidades territoriales (en adelante UT). Por un lado, aquellas UT con una superficie individual relativamente pequeña, referidas a 601 municipios mayoritariamente urbanos o semiurbanos con más de 10.000 habitantes. Por otro, 90 UT cuya superficie individual es mayor, que corresponde a áreas formadas por agregados municipales, constituidas cada una por numerosos municipios con poblaciones más pequeñas (menos de 10.000 habitantes), en su mayoría de tipo rural o semi-rural. Cada agregado municipal está integrado por municipios vecinos –generalmente de la misma provincia– y con una similar dinámica demográfica reciente. Muchos municipios aparecen como islas dentro de una matriz definida por estos agregados.

Las UT definen y contienen poblaciones con un tamaño relativamente grande (siempre con más de 10.000 personas), suficiente para estimar dos indicadores cuantitativos representativos de la longevidad poblacional de un área geográfica determinada. Por un lado, el número de personas centenarias, que refleja el tamaño absoluto de esta población. Por otro, un indicador de longevidad más robusto, que en cierto modo no depende –o es poco sensible– del tamaño y grado de envejecimiento poblacional: la proporción de personas centenarias en la población. Ambos indicadores se han calculado y cartografiado para la población total y desagregada por sexo, como puede verse en los mapas del visor cartográfico.

INTERACTIVO – Visor cartográfico: visualizar el mapa pulsando el botón de pantalla completa

Veamos dos ejemplos muy diferentes. En Tarifa (Cádiz), un municipio con alrededor de 18.000 habitantes, solo hay tres personas centenarias (una proporción muy baja, en torno a 1,6 personas centenarias por cada 10.000 habitantes). En cambio, en el municipio de León –alrededor de 128.000 habitantes– hay 110 personas centenarias (8,9 por cada 10.000 habitantes), es decir, casi 40 veces más personas centenarias y una proporción en la población casi seis veces superior a los indicadores de Tarifa.

El territorio con más personas centenarias en España es el noroeste peninsular. Una UT que incluye los municipios menos poblados ­–y más rurales– de las provincias de León, Asturias, Lugo y Ourense presenta 718 personas centenarias. Otra UT vecina, que incluye los municipios menos poblados de las provincias de Valladolid, Zamora y Salamanca, cuenta con 274 personas centenarias en una población de alrededor de 29.000 personas.

 

Entre 100 y 250 personas centenarias aparecen en gran parte de las UT que definen la superficie mayoritaria de España. Incluye los municipios más rurales del resto de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Zaragoza, Teruel, Castellón, Valencia y gran parte de Andalucía.

El resto del territorio peninsular corresponde a UT con menos de 100 personas centenarias, a municipios y agregados territoriales de Cantabria, País Vasco, La Rioja, Huesca, Girona, Comunidad de Madrid, Valencia, Murcia y extensas partes de Andalucía, incluyendo la Depresión del Guadalquivir, donde predominan las UT con menos de 50 personas centenarias. La mayoría de los municipios urbanos más poblados presentan menos de 25 personas centenarias. Estos municipios con menor longevidad aparecen como islas tanto en los territorios más longevos como en los menos longevos.

En promedio, cuatro de cada cinco personas centenarias son mujeres en las poblaciones de las UT. Por eso, las tendencias geográficas del número de mujeres centenarias son muy similares a las descritas para las personas centenarias. Así, en la UT del noroeste hay 533 mujeres centenarias mientas que los municipios de la Depresión del Guadalquivir y los más poblados, presentan menos de 25 centenarias.

Las tendencias geográficas del número de hombres centenarios expresan también un gradiente de reducción desde el noroeste al sur y sureste. En la UT del noroeste hay 185 centenarios y en la UT del oeste de Galicia, 108. En dos UT de Castilla y León y en los municipios más rurales de Extremadura, entre 50 y 75 centenarios. En el resto del territorio y en los municipios más poblados hay menos de 50 o 25 centenarios. Existe menos contraste que en el mapa de centenarias entre estas últimas áreas en los territorios con menos centenarios, pero el contraste es muy marcado en los territorios con más centenarios. Así, en Galicia los centenarios son de cuatro a ocho veces menos frecuentes en los municipios más poblados que en los menos poblados.

El municipio de Madrid, por su tamaño poblacional, es singular: presenta 257 centenarios, mientras que los municipios restantes de la Comunidad de Madrid presentan menos de 20.

La mayor longevidad de la población femenina se aprecia en su distribución territorial. El 28% de las UT no presenta centenarios mientras que sólo el 3% no presenta centenarias.

 

Contraste territorial de longevidad poblacional

Las zonas azules son áreas geográficas en el mundo cuyas poblaciones presentan numerosas personas centenarias, un concepto acuñado por Dan Buettner.

¿Existe una tendencia de variación geográfica de la longevidad en las poblaciones españolas? ¿Existen zonas azules en España? La distribución de las personas centenarias en poblaciones y UT de tamaño variable podría reflejar inadecuadamente la variabilidad territorial de la longevidad poblacional. Sin embargo, la proporción de personas centenarias es un indicador que puede manifestar de una forma más clara la variabilidad geográfica.

En los mapas del visor cartográfico es posible visualizar dos tendencias. Por una parte, una general de disminución de la longevidad poblacional desde el noroeste hacia el sur y sureste. Sobre ésta se superpone una tendencia local adicional determinante de numerosas islas de menor longevidad poblacional que la matriz del territorio circundante.

En España hemos identificado 48 UT que parecen ser zonas azules, con poblaciones que superan la proporción de 7,5 personas centenarias por cada 10.000 habitantes en 2020.

El territorio con una mayor longevidad poblacional de España se sitúa en el cuadrante noroccidental peninsular. Una UT situada al noroeste, que incluye los municipios menos poblados y más rurales de las provincias de León, Asturias, Lugo y Ourense. En su conjunto suma más de 60.000 habitantes y cuenta con 12,5 personas centenarias por cada 10.000 habitantes. El municipio pontevedrés de Lalín –de unos 20.000 habitantes– y el lugués de Monforte de Lemos –de unos 19.000 habitantes­– tienen 12,9 y 11,4 personas centenarias por cada 10.000 habitantes. Incluso el municipio de Ourense, con 7,9 personas centenarias por cada 10.000 habitantes –tiene más de 100.000–, destaca por su longevidad poblacional, siendo la cuarta capital provincial con una población más longeva. Llanes (Asturias) tiene una de las proporciones más altas registradas en España, 16,3 personas centenarias cada 10.000 habitantes.

También son territorios con alta longevidad poblacional el oeste de Galicia, las tres UT definidas por los municipios menos poblados y más rurales de Castilla y León –que excluyen León–, y las áreas menos pobladas de Huesca, que presentan una proporción alta de personas centenarias, de alrededor de 9-10 por cada 10.000 habitantes; es también el caso de Ciudad Rodrigo (unos 13.000 habitantes), con 10 personas centenarias por cada 10.000 habitantes. Las áreas menos pobladas y más rurales de Cantabria, Extremadura, Castilla-La Mancha –excepto Toledo–, Zaragoza, Teruel y Lleida presentan una proporción inferior, de 5 a 7 personas centenarias por cada 10.000 habitantes.

La mitad de las 691 UT presenta una longevidad poblacional baja (menor de 2,5 personas centenarias por cada 10.000 habitantes). Esta baja proporción ocurre en el 86% de la UT para la población masculina y sólo en el 27% si se considera únicamente a la población femenina.

El sur y sureste de España definen el extremo opuesto, con una longevidad poblacional mucho menor. La proporción de personas centenarias es baja, menos de 5 por cada 10.000 habitantes, es decir, menos de la mitad que en el territorio con mayor longevidad poblacional del noroeste. Así sucede en todos los municipios de Andalucía y en el conjunto de las provincias de la costa mediterránea, Baleares, centro peninsular, País Vasco, Navarra y Canarias, al que se añaden numerosos municipios más poblados salpicados por toda la Península. La proporción es especialmente muy baja, menos de 2,5 personas centenarias por cada 10.000 habitantes, también en los territorios con menor longevidad poblacional del sur y sureste, mientras que es menor de 5 en las ‘islas’ con poblaciones menos longevas del territorio con más longevidad poblacional del noroeste. En otras palabras, la longevidad poblacional en las islas de áreas del sur y sureste –entre otras– en general es menor del 30% que la propia de las áreas con mayor longevidad del noroeste.

Consideramos territorios con muy baja longevidad poblacional aquellos sin presencia de personas centenarias o con una muy baja proporción en la población. Son 10 las UT sin personas centenarias. En la Depresión del Guadalquivir, por ejemplo, la proporción de personas centenarias es muy baja (menor de 2 por cada 10.000 habitantes), como en los municipios sevillanos de Lebrija y Coria del Río, con una población de alrededor de 27.000 y 30.000 habitantes, respectivamente.

 

Por el contrario, Baena (Córdoba) y Baza (Granada), municipios de unos 20.000 habitantes, son islas de longevidad poblacional en el sur. Presentan 17,9 y 11,3 personas centenarias por cada 10.000 habitantes, respectivamente. Otras áreas excepcionales por su mayor longevidad poblacional dentro del territorio andaluz están en la provincia de Málaga, su capital y Coín, con 8,2 y 9,7 personas centenarias por cada 10.000 habitantes, respectivamente. Contrastan en un territorio donde predomina claramente una proporción muy inferior, de menos de 5 o incluso 3 personas centenarias por cada 10.000 habitantes.

En la UT del noroeste, las tres UT de Castilla y León y Huesca la proporción de centenarias se sitúa entre 15 y 20 cada 10.000 mujeres, una proporción notablemente más elevada que la proporción de centenarios en la población masculina. El municipio de Lalín y la UT del oeste de Galicia tienen 16,4 y 13,7 centenarias cada 10.000 mujeres, respectivamente. Llanes es el municipio con el récord de longevidad poblacional femenina: 28,9 centenarias cada 10.000 mujeres. Los municipios menos poblados de la UT de Guadalajara y Cuenca presentan 11,3 centenarias por cada 10.000 mujeres.

En el extremo opuesto, Andalucía occidental, la Comunidad Valenciana y Baleares, entre otras áreas, presentan menos de 5 centenarias cada 10.000 mujeres. Baena tiene una excepcional longevidad poblacional femenina en el territorio andaluz y en España, con 20,2 centenarias cada 10.000 mujeres. Málaga y Baza, con una proporción de 10,3 y 11,1 centenarias por cada 10.000 mujeres, respectivamente, presentan también una longevidad poblacional femenina destacable.

La UT del noroeste presenta una longevidad poblacional masculina notable, con 6,4 centenarios cada 10.000 hombres, similar a la UT del oeste de Galicia y la UT adyacente –también en el cuadrante noroccidental peninsular– formada por los municipios menos poblados de Zamora, Salamanca y Valladolid, que superan los 5 centenarios cada 10.000 hombres. Nos topamos con proporciones altas en Lalín (9,1), Valdés (9) y Monforte de Lemos (8).

Las UT con menor longevidad poblacional masculina, menos de 3 centenarios por cada 10.000 hombres, corresponden a Andalucía, Comunidad Valenciana, Cataluña, Baleares, Comunidad de Madrid, Toledo, País Vasco, Navarra y La Rioja, entre otras áreas, a las que se suman islas de similar longevidad poblacional masculina presentes en otros territorios con un menor valor de este indicador. Baena también tiene una excepcional longevidad poblacional masculina en el territorio andaluz y en España, con 15,6 centenarios cada 10.000 hombres. Presentan también una longevidad poblacional masculina destacable Coín (12,3), Los Llanos de Aridane –municipio de la isla de La Palma (10,9)­– y Baza (10,8).

El municipio de Madrid es un territorio de moderada longevidad poblacional femenina. Presenta 6,7 centenarias cada 10.000 mujeres, similar a algunos municipios limítrofes, pero una proporción menor que otros en su vecindad, si bien existe heterogeneidad municipal en este indicador en la Comunidad de Madrid. En cambio, el municipio de Madrid es un territorio con una longevidad poblacional masculina muy baja. Presenta menos de 2 centenarios por cada 10.000 hombres, similar a la del resto de los municipios de la Comunidad de Madrid, donde predomina la proporción menor de 2,5 centenarios por cada 10.000 hombres.

El predominio territorial de las longevas sobre los longevos es evidente. Existen 135 UT donde la longevidad de la población femenina supera la cifra de 7,5 centenarias cada 10.000 habitantes, mientras que sólo hay 20 UT que superan esta proporción de hombres centenarios, que representan el 20% y el 3% del total de UT, respectivamente.

En las UT con presencia de personas centenarias, el promedio de la proporción de centenarias casi cuadruplica el de centenarios (es 3,7 veces más alto).

 

El secreto de la longevidad

Oculto, ignorado, escondido y separado de la vista o del conocimiento de los demás. Así define el diccionario de la RAE la palabra ‘secreto’. Este nombre, bien puede calificar el conocimiento de la longevidad poblacional y sus diferencias territoriales a escala local en España, también por ser un misterio y un asunto ignorado en determinados ámbitos de toma de decisiones.

Es bien conocida la longevidad poblacional en la Galicia rural. A menudo, la prensa gallega ilustra esta realidad como por ejemplo un artículo publicado por La Voz de Galicia en 2019. En este artículo se mencionan siete municipios con una población entre 1.000 y 6.000 habitantes y una longevidad extraordinaria, más 20 personas centenarias por cada 10.000 habitantes. Destacan tres municipios de la provincia de Pontevedra: Dozón, Crecente y O Covelo tienen 117, 64 y 50 personas centenarias por cada 10.000 habitantes, respectivamente. Hay quien atribuye a la solidaridad dentro de las poblaciones parte del secreto de la longevidad.

El envejecimiento poblacional en España y el envejecimiento activo están presentes en las Directrices generales de la Estrategia Nacional frente al Reto Demográfico. Afrontar este cambio demográfico, indica este documento, requiere asegurar “un mayor bienestar de las personas”, alargar la “esperanza de vida en buena salud y libre de dependencia” y “aumentar la calidad de vida de las personas mayores”. Sin embargo, nada dice sobre la atención específica de la creciente población centenaria, ni analiza su distribución territorial o sus necesidades particulares, ni valora su estudio para ayudar al bienestar y promover la longevidad de la población de personas mayores.

Resulta sorprendente que estas directrices excluyan un objetivo de desarrollo sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas muy relevante, el ODS3, Salud y Bienestar. La Fundación Matrix, a través del Programa MAYORSIG y del proyecto DEMOS, continúa fomentando en 2021 el compromiso con el derecho a la protección de la salud y bienestar de las personas mayores.

Las tendencias geográficas de variación de la longevidad poblacional detectadas en España son coherentes con los patrones identificados por la Fundación Matrix en los valores promedio de la tasa de mortalidad de personas de edad avanzada y, especialmente, de la esperanza de vida a los 65 años. Los factores ambientales presentes en los municipios más urbanos y poblados podrían limitar la longevidad poblacional.

Los factores determinantes de una mayor longevidad poblacional son complejos. Podrían operar a diferentes escalas espaciales y prevalecer o combinarse en su acción positiva o negativa, o incluso ser diferentes según el territorio. Así, la longevidad poblacional podría ser menor, por ejemplo, en los territorios con más riesgo de mortalidad de personas mayores por olas de calor u otros riesgos para la salud –a escala regional o local–, como sucede en general en el sur y la costa mediterránea, y algunas grandes ciudades.

Por el contrario, la longevidad podría ser mayor en los territorios con menor frecuencia de olas de calor y mayor calidad de vida y cohesión social, como sucede en muchas áreas del noroeste peninsular y en numerosas áreas rurales, ya que los núcleos de población diseminados, con menos de 500 habitantes, concentran buena parte de la población centenaria. Pueden existir diferencias territoriales en la prevalencia de estilos de vida y funcionamiento de las redes de apoyo social, que son conocidos determinantes de la longevidad en las personas de edad avanzada, y que son idiosincráticos de muchas áreas de la España más rural y municipios con poblaciones pequeñas.

Hipertensión, insuficiencia cardiaca, enfermedades cerebrovasculares y demencia son las condiciones de salud más frecuentes en un estudio de personas centenarias en Aragón. Sin embargo, en términos relativos son bajas tanto su proporción de enfermedades crónicas y medicación, como su demanda de servicios de atención médica de emergencia y especializada (sobre todo usan la atención primaria).

Obviamente, mantener la salud es vital para la longevidad individual. La población centenaria es heterogénea en su salud y también en lo que respecta a sus necesidades de servicios asistenciales. Un interesante estudio en Norteamérica la clasifica en tres grupos que podemos traducir como supervivientes, ralentizadores y evasores. Las personas centenarias supervivientes y ralentizadoras son las que antes o después de los 80 años padecen una enfermedad crónica, respectivamente. Las personas centenarias evasoras son las que alcanzan los 100 años soslayando toda enfermedad crónica. A este último grupo pertenecen uno de cada tres centenarios y el 15% de las centenarias. Es una incógnita en qué poblaciones sucede con más probabilidad alcanzar la edad de 100 años y cómo las personas mayores de una población alcanzan un envejecimiento individual más lento, mantienen mejor su salud y viven más.

 

La proporción de personas centenarias podría ser un indicador poco fiable en poblaciones pequeñas, donde basta la presencia de pocas personas centenarias para obtener una proporción notable. Así, por ejemplo, con una y tres personas centenarias, en una población de 1.000 y 5.000 habitantes, la proporción resultante es de 10 y 6 personas centenarias por cada 10.000 habitantes, respectivamente.

También podría ser un indicador menos fiable en ciertos casos extraordinarios. Por ejemplo, alcanzaría cifras anómalamente altas si determinados procesos demográficos peculiares reducen intensamente el tamaño de la población. Por ejemplo, por emigración o mortalidad de población joven. O también si ocurre un acusado envejecimiento poblacional, por baja natalidad combinada con emigración joven, que generan una estructura de edades más envejecida. Pero estas circunstancias no bastan: la supervivencia y presencia local de personas centenarias es un requisito sincrónico ineludible.

Por eso, si el tamaño de la población es suficientemente grande, como las poblaciones residentes en las 691 UT consideradas, sólo una excepcional supervivencia de mayores en una población local podría determinar un alto número de personas centenarias y, por ende, una proporción elevada de estas personas longevas en la población total. Las tendencias temporales y geográficas descritas en la proporción de personas centenarias, coherentes para ambos sexos, sugieren que existen diferencias territoriales de longevidad poblacional y zonas azules, con una alta proporción de personas longevas. Desconocemos si se originan por factores ambientales, diferencias genéticas entre las poblaciones de distintos territorios, o bien por ambas causas.

La Fundación Matrix revela y pone en valor la realidad de la población centenaria, tan poco conocida como el secreto ecológico de la longevidad de las poblaciones humanas: la combinación de interacciones sociales y ambientales determinantes de una vida más larga y saludable.

 

Dr. Javier Montalvo, Profesor de Ecología de la Universidad de Vigo y Director de la Fundación Matrix

Mtr. Antón Blanco, Investigador de la Fundación Matrix

Mtr. Alberto González, Investigador de la Fundación Matrix y la Universidad Complutense de Madrid

Dr. Enrique Ruiz, Profesor de Didáctica de las Ciencias Sociales e Investigador de la Universidad de Extremadura

Artículo divulgativo de los proyectos de investigación DEMOS, subvencionado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y MAYORSIG, subvencionado por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, realizados por la Fundación Matrix, Investigación y Desarrollo Sostenible en colaboración con la Universidad de Vigo.

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